Lo que se siente al tener la fibrilación auricular varía de una persona a otra. Algunos pacientes notan palpitaciones y latidos cardíacos irregulares y se dan cuenta inmediatamente de cuándo comienza la fibrilación auricular. Otros sienten malestar en el pecho, falta de aliento, aturdimiento, mareos o cansancio general, sin tener palpitaciones. En algunas personas los síntomas de fibrilación auricular pueden estar presentes en reposo, mientras que en otras aparecen durante el ejercicio.
El inicio de un episodio de fibrilación auricular no siempre es claro. En algunos casos, los síntomas aparecen de forma abrupta, mientras que en otros hay una reducción en la capacidad para hacer ejercicio. En este último caso, es posible que no se sospeche una fibrilación auricular y puede pasar mucho tiempo antes de que el paciente busque atención médica.
Por último, es posible que alguien con fibrilación auricular no presente ningún síntoma y que la arritmia se descubra accidentalmente, por ejemplo, durante una revisión médica de rutina o al utilizar un dispositivo portátil.
La razón por la que algunas personas con fibrilación auricular experimentan síntomas, mientras que otras no, no está clara. En muchos pacientes, los síntomas se limitan a un latido cardíaco más rápido. Sin embargo, algunos pacientes tienen síntomas, incluso sin que la frecuencia cardíaca sea rápida. En otros casos, el corazón late demasiado lentamente durante la fibrilación auricular, lo que también puede causar síntomas.
Los episodios de fibrilación auricular pueden desaparecer sin tratamiento, sin embargo, debe hablar con su médico sobre qué hacer si se produce un episodio. Si presenta síntomas desagradables que le hagan sentir muy mal (como náuseas, dolor de pecho, desmayos, etc.), debe recibir atención médica de inmediato en un hospital.