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A muchas personas les gusta tomar una bebida alcohólica para relajarse, ya sea en reuniones sociales o en casa. Si bien beber alcohol de vez en cuando o con moderación es algo de lo que muchas personas disfrutan como parte de su estilo de vida, beber en exceso es extremadamente perjudicial para la salud y bienestar general.
¿Cómo afecta el alcohol al corazón? El alcohol es una droga depresora, lo que significa que ralentiza el control del cerebro sobre el cuerpo. Beber demasiado alcohol con frecuencia puede provocar arritmias cardíacas, especialmente fibrilación auricular, y puede deprimir el músculo cardíaco, lo que conduce a la insuficiencia cardíaca. También puede aumentar la presión arterial (es decir, provocar hipertensión).
Además, como el alcohol tiene mucho azúcar, también puede provocar aumento de peso, lo que a su vez aumenta la carga de trabajo para el corazón. El aumento de peso también puede producir diabetes y otras complicaciones.
Si le han diagnosticado fibrilación auricular y disfruta de una o dos copas de alcohol al día, quizás deba reducir su consumo.
Abandonar el alcohol
Aunque puede ser tentador usar el alcohol como un mecanismo para afrontar los problemas o desestresarse (sobre todo si ha recibido malas noticias), es mucho mejor encontrar otra forma de relajarse y descansar. Por ejemplo, ejercicios de respiración profunda, estiramientos, yoga o pilates.
Si se siente capaz, lo mejor es dejar el alcohol mientras se controla su afección cardíaca. Si no se siente capaz de dejarlo, como mínimo debe intentar reducir su consumo de alcohol.
Si echa de menos el sabor del alcohol o el ritual o “tomarse una copa para relajarse”, ¿por qué no prueba con otras alternativas, como una cerveza sin alcohol, vino o cócteles sin alcohol?
Muchos supermercados ahora ofrecen una amplia gama de bebidas sin alcohol y en internet hay muchas recetas de cócteles sin alcohol. Si le resulta difícil dejar el alcohol y vive con otras personas, como su pareja, amigos cercanos o familiares, puede pedirles que le apoyen dejándolo o reduciendo su consumo durante una temporada. También puede hablar con su médico de cabecera sobre los servicios de apoyo en su zona para dejar de beber.
Incluso si la arritmia cardíaca se puede resolver en su caso con medicación o los procedimientos de cardioversión o ablación, todavía debe beber con moderación o no beber nada.
Para obtener más información sobre estos procedimientos, haga clic en el enlace a las siguientes páginas:
Guía sobre el consumo de alcohol
Las pautas médicas actuales sugieren que tanto los hombres como las mujeres no deben beber más de 14 unidades de alcohol a la semana (alrededor de 6 pintas de cerveza de graduación media, 10 copas pequeñas de vino de baja graduación o 14 unidades de licor).
Si desea seguir bebiendo una vez que su afección cardíaca esté resuelta o bajo control, asegúrese de hacerlo de manera responsable y como parte de una dieta sana y equilibrada y un estilo de vida activo.
En la mayoría de los casos, los pacientes con fibrilación auricular deben tomar un anticoagulante para prevenir los accidentes cerebrovasculares. Si le recetan un medicamento anticoagulante como warfarina, heparina, apixabán, dabigatrán, edoxabán o rivaroxabán para la fibrilación auricular, su médico también le puede aconsejar que reduzca el consumo de alcohol o que deje de beber por completo.
Esto se debe a que el alcohol interactúa con los medicamentos anticoagulantes, haciéndolos menos o, incluso, demasiado eficaces. El consumo de alcohol también puede provocar que su cuerpo produzca menos plaquetas (las células sanguíneas que permiten que su sangre coagule), aumentando así el efecto anticoagulante de la warfarina, lo que produce un riesgo de sangrado interno o externo.
