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Cigarrillos de tabaco
El tabaquismo es el factor de riesgo de salud evitable más importante para las enfermedades cardíacas. Provoca aterosclerosis (calcificación vascular) y estrechamiento de las arterias cardíacas (coronarias) lo que en última instancia conduce a ataques cardíacos y muerte súbita cardíaca.
Además, el tabaquismo es responsable del 27 % de todos los cánceres y está directamente relacionado con 700 000 muertes prematuras en Europa cada año. En la mayoría de los países europeos, el número de fumadores se ha estancado o ha disminuido en las últimas décadas. Sin embargo, en 2020, el 25 % de la población europea en su conjunto y hasta el 29 % de los jóvenes de 15 a 24 años eran fumadores.
Hoy en día, no es necesario convencer a nadie de los efectos negativos del tabaquismo. Menos conocido entre la población general es que los fumadores tienen un riesgo claramente mayor de fibrilación auricular. A diferencia del desarrollo de la enfermedad vascular, el mecanismo por el cual el tabaquismo es responsable de este fenómeno es menos conocido. Sin embargo, está claro que los fumadores tienen un riesgo 1,5 a 2 veces mayor de desarrollar fibrilación auricular a lo largo de su vida en comparación con los no fumadores.
El riesgo aumenta en función de cuánto se fuma y del tiempo que se lleve fumando. Dejar de fumar reduce el riesgo, pero este sigue siendo significativamente mayor en comparación con una persona que nunca haya fumado. Por lo tanto, el mensaje de fondo aquí es: ¡nunca empiece a fumar!
Además, el tabaquismo contribuye a las afecciones que aumentan el riesgo de fibrilación auricular, como ciertas enfermedades pulmonares (por ejemplo, la EPOC o enfermedad pulmonar obstructiva crónica), la apnea del sueño, la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardíaca.
El tratamiento de estos factores de riesgo forma parte del control de la fibrilación auricular. Dejar de fumar tiene un efecto beneficioso sobre estos factores de riesgo y, como consecuencia, un efecto indirectamente beneficioso sobre la prevención de la fibrilación auricular.
También se sabe que el tabaquismo pasivo aumenta el riesgo de padecer fibrilación auricular. Este riesgo aumenta significativamente cuando la exposición ocurre a una edad temprana. El tabaquismo de segunda mano (pasivo) durante el embarazo y la infancia se asocia con un mayor riesgo (hasta el 40 %) de fibrilación auricular.
Cigarrillos electrónicos
Desde 2007, se ha producido un aumento significativo en el número de fumadores de cigarrillos electrónicos. Se espera que esta forma de fumar ayude a las personas a dejar de fumar por completo y se considera más segura que el cigarrillo de tabaco clásico. Estos dispositivos no contienen los productos de combustión típicos, como el nocivo monóxido de carbono ni muchos carcinógenos importantes.
Sin embargo, todavía faltan estudios de gran envergadura que analicen el efecto a largo plazo del cigarrillo electrónico sobre la salud cardiovascular, incluido un posible aumento del riesgo de fibrilación auricular.
Algunos estudios han descrito casos en los que el uso del cigarrillo electrónico puede asociarse con la aparición de fibrilación auricular. Sin embargo, los datos siguen siendo limitados y aún no se ha demostrado si este posible aumento del riesgo está relacionado con la nicotina o con otras sustancias del cigarrillo electrónico.
Aún faltan por estudiar muchas de las emisiones generadas por el cigarrillo electrónico al calentar la combinación de agua, aromatizantes, disolventes y nicotina.
Terapia de reemplazo de la nicotina
La nicotina es el componente más estudiado hasta la fecha, pero la relación entre la nicotina y la fibrilación auricular aún no está clara. Hay algunos estudios a corto plazo disponibles sobre la terapia de reemplazo de la nicotina, como los parches de nicotina. Pero estos no parecen indicar un riesgo claramente mayor de desarrollar fibrilación auricular.
